Natasha Fox, de 33 años y madre de dos hijos, falleció trágicamente en Saskatoon tras un accidente que involucró su bicicleta y un camión de cemento. La joven, reconocida luchadora a nivel mundial, se dirigía a su práctica de lucha junto a sus dos hijos cuando ocurrió el choque en la intersección de College Drive y Wiggins Avenue alrededor de las 4 p.m.
Fox era una apasionada de la lucha y había entrenado con su entrenador Shane Bradley desde que estaba en el noveno grado. Bradley la describió como una de las atletas más trabajadoras con las que había trabajado y destacó su entusiasmo y alegría de vivir. Antes del accidente, Fox se dirigía a su práctica para entrenar con un atleta senior del equipo de los Huskies de la Universidad de Saskatchewan.
La noticia de su fallecimiento sorprendió a la comunidad de lucha en Canadá. Natasha representó a Canadá a nivel internacional durante más de una década y fue una miembro destacada de la comunidad de lucha. Era una deportista de alto rendimiento y ganadora del primer lugar en los Campeonatos Nacionales de Lucha de Canadá en 2016. Además, había sido compañera de entrenamiento para los Juegos Olímpicos de ese mismo año.
Fox también era maestra en la Escuela Primaria St. Matthew y era reconocida como un modelo a seguir para las jóvenes en el deporte. Había organizado un torneo anual de lucha para niños de 5 a 12 años, con más de 300 participantes en 2016.
El trágico accidente dejó a dos niños presentes en el momento del choque, quienes se encontraban montando bicicletas detrás del remolque de la bicicleta de Fox. Afortunadamente, ninguno de los niños resultó herido y fueron llevados del lugar por una persona conocida que se encontraba allí antes de la llegada de la policía.
La noticia de la muerte de Natasha Fox ha dejado consternada a la comunidad de Saskatoon y a la comunidad escolar en la que ella trabajaba. Las Escuelas Católicas de Saskatoon han anunciado que brindarán apoyo adicional al personal y los estudiantes de las escuelas donde Fox enseñaba.
La trágica pérdida de Natasha Fox deja un vacío en el mundo de la lucha y en la comunidad deportiva de Canadá. Su dedicación, pasión y espíritu de superación la convirtieron en una leyenda de la lucha, dejando un legado imborrable en el deporte. Su recuerdo será honrado como el de una de las mejores atletas de todos los tiempos.