El jueves por la noche, un trolebús desbocado chocó violentamente contra la sala de estar de Delia King, haciendo que toda la casa temblara. Delia King, una artista que estaba en su habitación en el segundo piso de su hogar construido en 1766 en una tranquila y húmeda noche de Filadelfia, sintió que la casa iba a derrumbarse en ese mismo instante mientras se preparaba para bajar a trabajar en su pintura. “Pude escuchar cómo la pared se desmoronaba y lo sentí en toda la casa”, dijo King.
Rápidamente, bajó las escaleras y se encontró con una escena devastadora: “Había un trolebús en mi sala de estar y todo estaba destruido”. La Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania (SEPTA) ha anunciado que está investigando el incidente, que es el quinto accidente que involucra a uno de sus vehículos en esa semana.
La fuerza con la que el trolebús, que estaba fuera de servicio, se estrelló contra la fachada del histórico Blue Bell Inn, exactamente donde King solía pintar, hizo que los grandes y pesados ladrillos de piedra del edificio volaran hacia la parte trasera de la casa pre-revolucionaria en el suroeste de Filadelfia, donde King es inquilina y cuidadora.
Afortunadamente, King se encontraba en el segundo piso en ese momento, pero si hubiera estado en la planta baja, probablemente habría sufrido graves lesiones o incluso la muerte. La conductora del trolebús no se encontraba en el vehículo, pero un mecánico que iba a bordo fue llevado al Centro Médico Presbiteriano de Pensilvania con lesiones que no ponían en peligro su vida. También hubo dos personas dentro de un SUV que fue golpeado por el trolebús y resultaron heridas, según informó SEPTA.
Esta colisión es parte de una serie de accidentes que han involucrado a vehículos de SEPTA en las últimas semanas, generando preocupación e inquietud en la opinión pública. King, quien es una artista galardonada y ha trabajado con Mural Arts Philadelphia y la Fundación Barnes, escapó del accidente relativamente ilesa junto con su gato, pero sus pinturas y suministros artísticos quedaron arruinados.
King ha vivido en la posada del siglo XVIII durante los últimos ocho años y ha cuidado del edificio histórico. Sin embargo, este no es el primer incidente que afecta a la casa, ya que en los últimos tres años ha sido embestida dos veces por vehículos. La última vez, en agosto de 2020, también sufrió daños debido a las inundaciones del huracán Isaias, que se llevaron gran parte de sus pertenencias.
La trágica serie de accidentes ha dejado a King con una gran pérdida no solo en términos materiales sino también emocionales. El futuro de la casa histórica es incierto, pero King teme que los daños sean irreparables y que se pierda un lugar tan valioso en términos de historia y belleza.