Una tragedia devastadora ocurrió en Florida cuando un conductor adolescente no respetó una señal de alto y chocó contra un SUV que transportaba a una familia. El accidente dejó un saldo trágico de un bebé, dos niños y su abuela fallecidos.
Sabrina Hernández, madre de los tres niños y hija de la abuela, expresó su angustia diciendo: “Se suponía que me enterrarían a mí, no al revés. Se suponía que me enterrarían, y ahora tengo que enterrarlos a todos juntos”. Sus tres hijos tenían menos de 11 años, y su padre, quien también estaba en el automóvil, aún se encuentra en el hospital.
Hernández relató que estaba esperando a que llegaran a casa cuando ocurrió el trágico accidente. Su hijo la llamó y le dijo que estaban a solo 15 minutos de distancia. Sin embargo, nunca llegaron, y ella empezó a escuchar sirenas, temiendo lo peor.
Según el informe de la Patrulla de Carreteras de Florida, el choque ocurrió poco antes de las 7:00 p.m. en Laurel Avenue en Poinciana. Un sedán Chevrolet, conducido por un adolescente de 15 años, no respetó una señal de alto y chocó contra el costado del SUV de la familia.
Hernández está decidida a que el conductor adolescente sea responsabilizado: “Estoy 100% segura de que esta persona no se levantó esa mañana pensando ‘Voy a matar a una familia entera’. Pero cuando cometemos errores, debemos hacernos responsables de ellos, perdonados o no. Y no me detendré hasta que obtenga justicia para mi familia”.
La comunidad local está clamando por cambios en la intersección, que dicen ha cobrado demasiadas vidas en el pasado. Los residentes se sienten amenazados por la frecuencia de accidentes y la velocidad de los vehículos en el área.
La familia ha establecido una campaña en GoFundMe para ayudar con los gastos funerarios, ya que enfrentan una pérdida inimaginable.