En Cabazon, California, ocurrió una tragedia aérea que dejó a tres hombres muertos, cuando dos helicópteros de Cal Fire colisionaron en pleno vuelo, uno de los cuales se estrelló y se incendió. Según informaron funcionarios federales, el accidente fue el resultado de un helicóptero superando al otro en un terreno montañoso, con los pilotos aparentemente sin saber la posición relativa de sus aeronaves.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) publicó su informe preliminar el viernes pasado sobre el accidente que tuvo lugar el 6 de agosto y que destruyó un helicóptero Cal Fire Bell 407 en el área de Apache Trail y Pipeline Road.
En el accidente, perdieron la vida el Subjefe Asistente de Cal Fire, Josh Bischof, de 46 años, residente de Menifee, el Capitán de Cal Fire, Timothy D. Rodríguez Jr., de 44 años, de San Jacinto, y el piloto contratado Tony Sousa, de 55 años, originario de Red Bluff.
Según la NTSB, el fatídico vuelo despegó del Aeropuerto de Hemet-Ryan alrededor de las 6:35 p.m. y se dirigía al incendio conocido como Broadway Fire, que ardía en una ladera al oeste de Cabazon. El informe indicó que un helicóptero Cal Fire Sikorsky S-64, destinado a arrojar agua, despegó de Hemet-Ryan tres minutos después del Bell 407 y se dirigió en la misma dirección.
“El Bell… maniobró hacia el noreste en dirección a Cabazon”, señaló el informe. “El Sikorsky… viajó hacia el noreste a través de terreno montañoso y continuó hacia el noreste siguiendo terreno descendente hacia Cabazon”.
Los investigadores de la NTSB indicaron que las trayectorias de radar proporcionadas por los transpondedores de ambos helicópteros mostraban “ambos helicópteros en una trayectoria de vuelo convergente, hasta el momento de la colisión”.
No se ha informado si los pilotos estaban comunicándose en la misma frecuencia, haciendo informes de posición a ciegas o cualquier otro detalle que pudiera dar una pista sobre por qué ocurrió la colisión en condiciones de visibilidad diurna y con 10 millas de visibilidad.
Los helicópteros chocaron a las 6:44 p.m., haciendo que el Bell 407 se descontrolara y se estrellara contra “una empinada y rocosa ladera”, donde la fuselaje se incendió, según la NTSB.
Bischof, Rodríguez y Sousa fallecieron en el lugar del accidente.
La tripulación del Sikorsky aterrizó sin incidentes a menos de una milla de distancia. El helicóptero grúa perdió una sección de aproximadamente un pie de su tren de aterrizaje principal derecho, pero por lo demás, no sufrió daños, informaron las autoridades.
El incendio Broadway Fire arrasó con 20 acres antes de ser controlado esa noche. Afortunadamente, no se dañaron viviendas ni otras estructuras.
Bischof, Rodríguez y Sousa fueron despedidos en un emotivo homenaje público el mes pasado.
Se espera que el informe final de la NTSB sobre esta trágica colisión se publique en los próximos 24 meses.