Dos enfermeras del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido, Tatiana Brandão y Raquel Moreira, murieron en un trágico accidente de tráfico en el Gran Cañón en los Estados Unidos. Las amigas, de 30 y 28 años, respectivamente, emigraron de Portugal para trabajar en el NHS y se encontraban de vacaciones en los EE. UU. cuando ocurrió el accidente. Ambas fueron declaradas muertas en el lugar del accidente mientras que la suegra de Brandão y su pareja fueron llevados al hospital con heridas graves.
Brandão se unió al NHS en el área de Southampton hace siete años y era una miembro muy respetada del departamento de neurología. Por su parte, Moreira trabajó en el Hospital Universitario de Southampton durante los últimos cinco años y era un miembro valioso del equipo de práctica clínica avanzada de accidentes cerebrovasculares.
Según informes locales, el accidente ocurrió cuando el Jeep en el que viajaban las enfermeras chocó con un autobús en la entrada del Gran Cañón. El choque fue tan violento que las enfermeras murieron instantáneamente. No hubo heridos en el autobús.
La noticia ha conmocionado al personal del NHS y a sus familias. Gail Byrne, la directora de enfermería del Hospital Universitario de Southampton, dijo que las dos enfermeras eran conocidas por su amabilidad, empatía y entusiasmo por su trabajo. “Ambas eran apasionadas por la enfermería y por brindar la mejor atención a nuestros pacientes. Fuera del trabajo, compartían el amor por nuevas experiencias, aventuras y vivir la vida al máximo”, dijo Byrne.
En un video publicado en redes sociales dos días antes del accidente, Moreira mostró su entusiasmo por viajar y trabajar en el NHS, incluso durante los meses más difíciles de la pandemia de COVID-19. La noticia de la muerte de las enfermeras ha sido lamentada por sus colegas y por la comunidad médica en general.