Al menos diez personas murieron y otras diez resultaron heridas el sábado por la tarde durante un aparente tiroteo en un evento de carreras en la zona de San Vicente de la ciudad de Ensenada, Baja California.
El domingo, la Oficina del Procurador General del Estado de Baja California declaró a través de un comunicado que creía que los actos violentos eran un enfrentamiento entre miembros del crimen organizado.
Las autoridades mexicanas encontraron un automóvil abandonado en el lugar que se cree que es el vehículo desde el cual se realizaron los disparos contra los miembros del equipo de carreras. La camioneta negra Infinity Qx60 con ventanas polarizadas se encontró con impactos de bala y rastros de sangre en su interior.
El tiroteo provocó una intensa movilización de unidades del ejército, la marina y la policía estatal y local.
Según un reportero en México en la gasolinera de San Vicente, el tiroteo ocurrió durante un evento de carreras anual de dos días llamado “CACHANILLAZO”.
El evento agotado se llevó a cabo en el pequeño pueblo de San Vicente en Baja California, una localidad con una población de menos de 4,000 habitantes.
“El Gobierno de Ensenada mantiene una estrecha coordinación con la Oficina del Procurador General del Estado de Baja California para ayudar en las investigaciones que conduzcan a la esclarecimiento de los hechos”, según el gobierno de México y la Oficina del Procurador General del Estado.
Videos publicados en las redes sociales mostraron a personas corriendo en busca de refugio mientras las balas volaban frente a las familias reunidas para presenciar el evento de carreras.
Hasta el momento, se desconocen las identidades exactas de las víctimas o sospechosos.
La especulación de que Jorge Cueva, conocido como “Mr.Tempo” y propietario de un popular restaurante en San Diego, era una de las víctimas fue considerada un rumor después de que Cueva publicara en sus redes sociales anunciando que estaba a salvo.
“Estoy bien, gracias a Dios. Hicimos la ruta y no tuvimos nada que ver con lo sucedido. Una desgracia. Lamento mucho lo ocurrido a los afectados y sus familias, pero gracias a Dios estamos bien”, dijo Cueva.
Las autoridades gubernamentales de México han aumentado la presencia militar en la zona después del tiroteo.